nueva york nueva york
Alberto Vanasco nos había regalado a los lectores, antes de la publicación de esta novela, más o menos como veinte años antes, ese policial perfecto narrado en futuro y en segunda persona que se llama Sin embargo Juan vivía. En la primera edición del libro (1947), Noé Jitrik sostiene que esa novela anticipaba el neobjetivismo francés. Anticipo: estar antes para una novela que se narra en el futuro. La primera edición de New York New York en 1967 no tiene prólogo. Porque tal vez no tenga tiempo. Vive suspendida en el no tiempo del recuerdo. En ese año, cuando se publica la novela, París conectaba con Buenos Aires en una ruta que Cortázar había cultivado bastante, sobre todo con Rayuela: la bohemia, el jazz, las conversaciones sin sentido o con el sentido de la conversación. Pero los personajes de New York New York se diferencian bastante de los creados por Julio. Tienen humor, ironía, y también una crudeza creíble. Vanasco corre el eje de esa ruta, se desvía y traza el vector New York-Buenos Aires. Y es la mirada de un argentino sobre la generación beat, sobre Vietnam, sobre la propia reflexión estadounidense, sobre lo estadounidense. Y no hay crítica moral, sino ficción. Y tampoco condena, sino narración. Desviarnos en el año previo de la imaginación al poder de las universidades francesas a las calles de Manhattan. Movimiento anticipatorio o antiguo, ¿Quién lo puede afirmar?
Gabriela Borrelli Azara
Sin embargo Juan vivía
Leerás “Sin embargo Juan vivía” escrita por un joven de venite años. La novela te contará una historia íntegramente en tiempo futuro. De principio a fin sin vueltas. Futuro continuo. Habrá un crimen, un misterio, una mujer y varios hombres caminarán en círculo alrededor de la razón. El misterio que te será develador de la razón. El misterio que te será develado a lo largo de las páginas de “Sin embargo Juan vivía” te sorprenderá, te atrapará y no volverás a ser la misma persona. Leerás una obra publicada por primera vez en los años cuarenta, reeditada ahora para que descubras un universo fino y sutil, cruel y despiadado, silencioso e inquietante. El universo de un narrador argentino como pocos.A